Las navidades son como la película “Atrapado en el Tiempo”: el protagonista Phil (Bill Murray) vive cada día los mismos acontecimientos del día anterior, lo que le provoca un estado de demencia considerable: de la incredulidad pasa por la ira, la indiferencia y la depresión; hasta que al final abandona su actitud de cretino, se redime y deja de vivir en un loop capaz de enviar al psiquiátrico al mismísimo Deepak Chopra.
No voy a hacerme la hipster a estas alturas y decir que odio la Navidad. Lo cierto es que espero estas fechas con ganas, por las vacaciones y la ilusión de pasar tiempo con las personas que me importan. Aunque sería falso negar que ciertos rituales navideños me provocan fantasías tipo “voy-a-coger-un-avión-al-caribe-y-no-vuelvo-hasta-el-siete-de-enero”. Cuando llega la segunda mitad de diciembre me preparo mentalmente para a entrar en ese día de la marmota que todos conocemos tan bien: las comilonas, los turrones que nadie prueba, los sobres de Almax, el anuncio de perfume de Antonio Banderas, bragas rojas por doquier, paquetes de calcetines punto blanco, tonadilleras cantando villancicos y el catálogo de juguetes del Corte Inglés tamaño incunable. ¡Ains!
Pero siempre me pasa igual, al final me quedo por aquí. Y si te quedas, ya sabes, empieza el rock&roll. Y sobretodo, el rock&roll de las compras. Aunque, este año he decidido afrontarlas de forma diferente: quiero consumir de forma más inteligente, sorprender con los regalos e invertir mis euros en una cadena económica de valor. Así que esta es mi lista de propósitos para afrontar la San Silvestre del shopping y no morir en el intento:
ACTITUD ZEN: ir cansado o de mal humor aumenta las probabilidades de que comprar cosas innecesarias y que no terminan de convencernos. Las emociones negativas afectan negativamente a cómo gastamos.
IR CON TIEMPO: para evitar compras compulsivas y disfrutar realmente de la ilusión de regalar en estas fechas.
COMPRAR REGALOS QUE CUBREN UNA NECESIDAD O UN DESEO REAL: ponerme en la piel de aquellos a los que voy a regalar. Pensar en sus gustos y necesidades, y si toca, hacer de Colombo para sonsacar información y buscar el regalo acertado.
IR CON UN PRESUPUESTO FIJADO: y evitar así sorpresas en la cuenta bancaria. Tener marcado un máximo para cada regalo y respetarlo. Esto es importantísimo para evitar el drama de empezar el año nuevo en números rojos y con la economía tiritando.
CALIDAD VS CANTIDAD: aunque esto signifique renunciar al número de artículos adquiridos. Cuando los bienes se deterioran fácilmente hay que volver a reemplazarlos y eso implica un nuevo gasto de dinero, tiempo, recursos y el consiguiente impacto ambiental. Además si no se recicla, el producto entrará a formar parte de la cadena de residuos.
ENVOLTORIOS DIY Y/O RECICLADOS: el típico papel de envoltorio con el logo de la tienda es impersonal, además de tener un potente efecto “matabosques”. Si tu maña para inventarte unos envoltorios un poco curioso es escasa, puedes reutilizar papel de regalo que tengas guardado de otros años y/o usar papel de regalo reciclado. Si no quieres guardar el papel de envoltorio de los regalos, no olvides depositarlos en el contenedor de papel y cartón que tengas más a mano.
COMPRA “A TU VERA”: beneficia a la economía local comprando a los pequeños distribuidores y productores que estén cerca de ti. Si estás comprando alimentación, fíjate en el origen del producto y valora los factores eco (sin pesticidas y con productos no modificados genéticamente) y artesanal. Contribuirás a reducir el impacto ambiental y ayudarás a crear una economía más responsable con el medio, además de disfrutar de productos de alto valor gastronómico. Los que vivimos en entornos urbanos podemos aprovechar las escapadas a zonas rurales para comprar verduras y productos autóctonos de calidad a buen precio.
ARTISTAS, DISEÑADORES Y ARTESANOS LOCALES: cerca de nosotros hay artistas, artesanos y diseñadores cuyas creaciones merece la pena tener en cuenta. No es cierto que el arte sea sólo para los ricos, porque se puede acceder a obras de edición limitada a precios muy razonables. Dentro de la escena del arte hay circuitos menos comerciales que ofrecen obras de elevado valor artístico. En Miscelanea puedes tener ediciones limitadas de Conrad Roset (y de muchos otros artistas) a partir de 20€.
OJO CON LOS MATERIALES: mira bien los materiales de los fabricantes e intenta adquirir artículos biodegradables o fácilmente reciclables que sean de madera, plástico bio (de patata, maíz o trigo), papel y cartón, etc. Existen gadgets tecnológicos con diseños sorprendentes y sostenibles, como este teclado de bambú.
KITS DIY: la forma más sencilla de tener algo único es hacerlo tu mismo. Hay kits para hacer todo tipo de cosas, desde punto a encuadernación japonesa, carvado o artículos de fieltro. Estos kits, incluyen todos los materiales necesarios y sus instrucciones, además, las actividades manuales reducen el estrés y fomentan la creatividad.
CURSOS Y FORMACIÓN: Fue Benjamin Franklin el que dijo, “no hay inversión más rentable que el conocimiento”. Puedes regalar desde cursos de manualidades hasta monográficos de negocios y tecnología. En los últimos años han proliferado centros (Foxize School, KS school, etc) con una oferta muy variada (presencial y online) y con horarios flexibles.
REGALA TIEMPO: a veces el dinero no es un problema, pero si lo es el tiempo. Puedes ceder algo del tuyo para que otro lo pueda disfrutar. Unas entradas al teatro con servicio de canguro incluido (el canguro puedes ser tu) puede ser un regalo recibido como agua de mayo. Es una forma de incorporar a tu vida el concepto de los bancos del tiempo.
JUEGOS IGUALITARIOS Y QUE FOMENTAN LA COOPERACIÓN: para adolescentes y adultos están Ethica y Coopoly. Ethica es un juego de mesa en el que los jugadores exploran el impacto social y ambiental de las actividades bancarias, las inversiones y los negocios, al mismo tiempo que aprenden a tomar decisiones más responsables y éticas en cuanto a la gestión del dinero. Con Coopoly los jugadores gestionan un negocio basado en principios democráticos y colaborativos. Para sobrevivir como individuos y alcanzar el éxito de la cooperativa, deberán tomar decisiones ante los retos que se les presenten, y poner a prueba su capacidad de trabajo en equipo. Roominate y Goldieblox son juegos enfocados a estimular las capacidades STEM (ciencias, tecnología, ingeniería y matemáticas) en las niñas a través de dinámicas que fomentan la creación a partir de las capacidades mecánicas y espaciales.
HAZLE UN REGALO AL MUNDO: por último puedes hacerle un regalo al mundo acuñando una moneda social coin e iniciar una cadena de favores. Funciona así: ayudas a alguien, le explicas porque has decidido hacerlo, le entregas tu moneda social coin y la persona continúa haciendo otro favor y entregando la moneda. Al final de la cadena se abre la moneda y se planta la semilla de árbol que hay en su interior. Con este proyecto ya se han hecho más de 124.000 favores y se han plantado más de 4.600 árboles.
¡Feliz Día de la Marmota!
Agradecimientos: Gracias a Vicky Ferrer por sus buenas ideas para escribir este post. Vicky es Coordinadora del Colegio de Ambientólogos de Cataluña, colabora en The Positive Trend y es autora del blog En Consonancia. Este artículo es totalmente independiente y no está patrocinado por ningún servicio ni marca de los mencionados en él.